Día del niño

¿Cuántos años tenemos ya? ¿20? ¿30? ¿40? Ya no estoy segura, todo lo que sé es que todos días nos hacemos mas viejos, la vida se ha encargado de que así sea, se ha vuelto más complicada en cosas que antes ni si quiera sabíamos de su existencia o que no le veíamos importancia como las deudas, el dinero, el trabajo el amor y aún en el amor a nuestra edad se cuela de las manos, queremos agarrarlo pero parece que se resiste y se escurre entre los dedos dejando solamente un par de residuos de lo que es el amor. Pero hay una cosa que sí se, y es porque la he aprendido cada día durante toda mi vida, y esto es que todos no somos más que niños jugando a ser grandes.

Pantano

La noche es fría, casi no se ven las estrellas pero se alcanzan a vislumbrar un par de luces en la lejanía. Velas, fuego, pero son muy tenues y pequeñas, están cerca del lago. No parece haber nadie al rededor, solo neblina, el agua del lago debe estar congelada. Cuando me acerco para tocar el agua es cuando me doy cuenta que el lago tiene cuerpos humanos, siento como los ojos me ven, son tres cuerpos y ninguno me quita la mirada de encima, No se si están vivos o muertos pero decido no quedarme para averiguarlo, pero no puedo evitar ver los rostros una última vez, los ojos de dos cuerpos están cerrados, dos jóvenes probablemente de mi edad, se han rendido o simplemente han muerto, me acerco un poco al rostro de la chica que aún permanece con los ojos abiertos, son azules realmente brillantes y parecieran que gritaran, pero su boca y el resto de su cuerpo está inmóvil. Ella me ve fijamente, mueve los ojos, está viva y sabe que estoy aquí, trata de mover la cabeza pero no puede, solo los ojos, intenta hacerme señas de la orilla, quiero que la saque de ahí lo más pronto posible, sus labios y su rostro ya tienen un tono azulado, probablemente se está congelando, me olvido de lo que tenía que hacer, de si esto es o no de mi incumbencia y sin sacarme las zapatillas si quiera entra al agua y la saco de allí.

Un día

Hola a todos, el día de hoy no he tenido mucho de donde inspirarme, por eso les comparto esta foto mía.

Me enamoré de una ciudad, donde en medio de la calle está lleno de flores, donde compartir es uno de los principios de los ciudadanos y donde el amor puedes verlo en cada rincón de la ciudad.

Hay muchos medios de transporte, colectivos, buses, taxis, remises, autos, subte y trenes, pareciera casi imposible no llegar a un lugar, pero las prisas de la ciudad nos pueden hacer llegar tarde, pero qué es llegar tarde cuando vas a ver a la persona que has esperado toda una vida.

Pesadillas

Pesadillas

Llevo dos noches ya teniendo pesadillas, nada muy loco solo pesadillas. Una mujer, se que es mala, pero no puedo hacer nada es la Dulcinea de la persona que me acompaña. Ella está envenenando el corazón de alguien, lo seduce, lo atrae pero el no lo sabe, no sabe que cada vez que se acerca a ella le encaja un trozo  de cristal roto en el corazón, es una marioneta, manejado por su ciego amor y no por su realidad. Lo veo, está cerca pero estoy atrapada, rehén de mi propia mente, de mis manos, de mi boca que no me deja gritar ni decir nada para evitarlo. Puedo ver el corazón repleto de pequeños vidrios rotos, está a su máximo de capacidad un vidrio más y probablemente explote. La mujer no tiene piedad, no parece importarle lastimar así un corazón noble, puro, aún humano, a pesar de estar en tiempos de guerra, donde los humanos están en peligro de extinción y los pocos que quedan tienen manchado el corazón de sangre, de lucha, de guerra; y donde este probablemente sea el último que queda y está a punto de explotar en manos de la mujer que dice ser su amada. Grito, pero no hay sonido, hablo pero no hay palabras, intento moverme pero he dejado de sentir mi cuerpo, soy solo un espectador de esta trágica escena al que no se le tiene permitido hacer nada. El sigue acercándose, no se ha dado cuenta que se esta desangrando, un poco más y su cuerpo tampoco podrá soportarlo, tiene que detenerse. Se escucha un tintineo a lo lejos, da la sensación de ser algo espiritual, algo bueno, comienzo a sentir poco a poco, pero aún no puedo moverme, la mujer me ha visto, ha dejado el corazón por un segundo, algo ha llamado su atención ha encontrado otro corazón puro, el mío.

Inspiración en lo cotidiano

Inspiración en lo cotidiano

¿Alguna vez han leído La Lejanía de Cortázar? Es el que habla sobre dos mujeres que tienen un doppelgänger una rica otra pobre y se intercambian...bueno es un poco loco pero lo interesante es saber de donde sacó Cortázar la idea. El tenía problemas y tomaba un medicamento un poco fuerte que le provocó alucinaciones, una de ellas fue creer que se veía a sí mismo caminando enseguida de el , Fue así como nació la idea de La Lejanía.


Probablemente todos hemos oído alguna vez, que la inspiración viene de alguna musa o algo parecido, claro que cuando necesitamos hacer un trabajo curiosamente esta desaparece. A lo que voy con todo esto, Cortázar sacó un cuento maravilloso mientras caminaba por la calle, claro dirán que los alucinógenos deben de haberle ayudado, pero por otro lado creo yo que más bien fue el hecho de reflexionar dentro de lo cotidiano como esta realidad en la que vivimos es solo una parte de nuestro mundo.


Cuando voy caminando por la calle y veo algo fuera de lugar, o algo exageradamente normal, me doy cuenta que ahí es donde está una historia. ¿Cómo? Muy sencillo, El otro día paseando por la ciudad en la noche veo el cielo y me doy cuenta que un pequeño globo aerostático esta pasando por ahí, mi cabeza se llenó de ideas e interrogantes...Recuerdo cuando vi un globo por primera vez...¿Quién podrá haber tirado el globo?....¿Será una pareja de enamorados? ¿Un loco? y de ahí nacen cuestiones que pueden convertirse en grandes historias.

Bueno la idea de este blog es sacar un poco de pensamientos filosóficos sobre lo que la escritura, en este caso a mí, puede generar en una persona en un periodo de tiempo, tal vez un cuento, frases, ideas que sirvan al lector para relajarse un poco y abrir la mente a un mundo lleno de posibilidades.